A mí también, si me pregunta si me gusta más el verano, probablemente diga que sí. Pero no es eso de lo que hablamos. Sin embargo, una terminología más aséptica, que es el horario estándar, o si quién es la hora del meridiano de Greenwich, o la hora de Europa Central, hay muchas terminologías.
Y ellos dependen también del reloj. Llamé a Manolis Cogevinas, experto en epidemiología ambiental y salud pública, que es profesor en el Instituto de Salud Global de Barcelona.
Pero deberíamos adoptar una de ellas. A mí estándar me suena bien, dentro de las posibilidades, mucho más simple. De que sea una pregunta aséptica.
En los últimos años ha investigado cómo la alteración de los ritmos circadianos, como la que puede provocar el cambio de hora, afecta a nuestra salud. Los beneficios de eliminar el cambio de hora son que ahora tenemos, cada vez que hacemos este cambio, un jet lag corto en toda la población de Europa, 1450…
Lo que no tiene, porque no las hay, son evidencias concluyentes del impacto que tendrá a largo plazo. No es algo sencillo de evaluar experimentalmente.
Pues, no vamos a tener esto. Y, evidentemente, los efectos, que no son muy graves, de este pequeño jet lag. Se ha descrito un leve aumento, por ejemplo, de accidentes de tráfico, que se asocia básicamente al cambio en la primavera, a finales de marzo, porque perdemos una hora de sueño.
Pero sí se ha hecho a través de modelado. De hecho, es un artículo que se acaba de publicar hace menos de un mes, en una revista prestigiosa, como es PNAS.
Y básicamente estos autores lo que han encontrado es que incluso cuando se hacen modelos de predicción sobre lo que ocurriría si permaneciéramos a largo plazo con cada uno de los horarios, o si mantenemos el cambio horario, encuentran que de nuevo seguiría siendo beneficiosa para la salud cardiovascular el quitar el cambio horario.
Y a largo plazo, cualquiera de los dos horarios, el de estándar o el de ahorro energético, nos servirían para mejorar, digamos, o disminuir, mejor dicho, ese riesgo.
pues uno requeriría no solo hacer cambios unilaterales en un país, sino hacerlos con el mayor grado posible de consenso. Es una cuestión, pero que viene ya del periodo antes de la pandemia. El Parlamento Europeo aprobó eliminar el cambio de hora y lo mismo sucedía en Estados Unidos.